Pues
sí, quién me iba a decir que dos años y medio después de poner en marcha este blog iba a tener cien
mil entradas. No sé si son muchas o no, a mí me parecen suficientes y he de
agradecer todas y cada una de ellas.
Es
tiempo de hacer un repaso de planteamientos, de no morir haciendo lo mismo y de
analizar lo bueno y lo no tan bueno. Si tienes un ratito y quieres, me puedes
acompañar.
Si
pienso que el post más extenso que he escrito, “Una fórmula para trabajar con adolescentes”, ha recibido más de
10.000 visitas ya es para sentirme orgulloso y dar por buenos los ratos dedicados a escribir.
Uno
escribe para que lo lean, no para expulsar demonios, ni ajustar cuentas
pendientes, ni terapias absurdas. Y puedo estar satisfecho.
Al
principio, no tenía objetivo alguno salvo cubrir la pasión que siento por esta
profesión de la que había decidido separarme un tiempo, después de treinta años
de ir y venir. Me hacía falta perspectiva, alejarme. Y me ha sentado bien poner
cada cosa en su sitio.
No
tenía mucha idea de lo que significaba internet, las nuevas formas de comunicación y me dediqué
por entero a esa tarea. Y he confirmado lo que sospechaba: un mundo apasionante
y que nos viene muy bien a las gentes
de la acción social y de la educación.
Lo
que sí tenía claro es que no quería artículos sesudos ni tardar días o semanas
en elaborarlos, ya lo hago para otros trabajos. Quería pasión, rabia,
provocación y hacerlo todo ya, como los tiempos que corren. También transmitir
experiencias que creo que han sido muy reconfortantes para mí y que quería
compartir.
Puede
que algunas entradas te hayan gustado o te hayas identificado con lo que allí
decía, puede que te hayan ofendido y también que otras las hayas visto
ridículas. Cuando uno escribe su opinión para ser leída por otros ha de ser
consciente de todo esto.
No
hay ni un solo post en el blog que no haya sido escrito al tirón. Tras leerlos, siempre sabes que de un tema podrías
haber dicho muchas más ideas o de otra forma pero, por mucho que prepares un
artículo, no hay manera de que quepa todo.
Entonces
¿para qué calentarse la cabeza en algo que saliera redondo? No quiero la
perfección, las ideas no son para ser perfectas sino para ser pulidas entre
distintas visiones y de ahí saldrá algo aplicable, realista y certero.
También
ha habido tiempo para la polémica con el post “Va por ti, estudiante de Educación Social” que ha tenido cinco mil
entradas y más de sesenta comentarios, algunos muy críticos con el tema del
intrusismo profesional (como si eso fuera lo más importante, lo que en sí mismo
va contra la propia idea de la E.S.) pero lo doy por bueno porque una de las
razones por las que lo escribí era para observar si había vida ahí fuera y
aunque no es toda la que me gustaría pero la hay.
Soy
un firme defensor de lo que significa la Animación Sociocultural y me la trae
al pairo que esté encuadrada en una disciplina o en otra. Eso no es importante
para la A.S., lo importante es que se siga haciendo y todavía haya gente que
sepa lo que significa, su razón de ser. El protagonismo no es una de ellas, la
vanidad no debe caminar por sus calles.
Por
eso escribí con todo el cariño el post “AnimaciónSociocultural para no iniciados” y va por casi cuatro mil visitas pero la
sensación que tengo deja un regusto amargo. De verdad que su redacción estaba
pensada para gente que no tuviera ni puta
idea de lo que va esto pero estoy convencido que estos no lo leyeron. Lo
hicieron personas de la animación que viven cada día esos ejemplos sencillos
que puse y que se sienten identificados con lo que manifestaba pero contribuí a lo que tanto
critico: a mirarnos el ombligo y sentir incomprensión de la sociedad. Seguimos
sin saber cómo explicar lo que hacemos. Seguiremos buscando fórmulas.
Lo
principal es que seguirá siendo un
espacio para la reflexión y el debate de ideas en donde seguiré aportando mi
granito de arena como una opinión más que quiere ser leída por otros y que
estos aporten, valoren, critiquen y, en definitiva, construyan sociedad.
Y
ahora ¿qué?
Pues
a profundizar en lo hecho. A seguir nuevos caminos y proponer nuevas acciones
que contribuyan a reflexionar sobre la animación sociocultural, la
participación social y, por supuesto, el trabajo con jóvenes.
Hay
algunos temas que me interesan mucho para esta nueva etapa y que ya vengo un
tiempo rumiando:
- Aumentar
la relación entre las distintas profesiones que trabajan con jóvenes.
-
Profundizar
en metodologías de intervención con grupos de jóvenes, sobre todo en edad
adolescente.
-
La
participación como metodología y no como contenido.
-
El
trabajo colaborativo y en red.
-
Adolescentes
y drogas.
Una
novedad: a partir de este mismo momento cualquier lector puede proponer un tema
relacionado con la temática del blog y yo le daré mi punto de vista en un
post, un matiz más para reflexionar, no para resolver nada. Sólo habrá que pedirlo
a través del formulario del blog o de la web de trabajar con jóvenes. A ver qué
sale.
También
pondré en marcha una serie de diálogos grabados con gentes de la acción social
y que creo nos pueden aportar mucho a todos y todas.
En
este tiempo he encontrado a gente muy interesante con muchas cosas que decir y
de las que he aprendido. Puede que sea lo mejor de esta aventura y espero que
continúe así.
Cierro
el año de buena manera: formación de educación para la participación a técnicos
de juventud de Tenerife, compartiendo con el proyecto “Espabilamos” del Cabildo,
ideado y ejecutado por Bencomia; poniendo en marcha proyecto formativo para
profesionales que trabajan con jóvenes desde todas las perspectivas;
escribiendo guía sobre el proyecto piloto de Garantía Juvenil en Cartagena
realizado en 2014; elaborando artículos para la revista Aula de Secundaria de
la Editorial Graó; formando parte del proyecto El Plan del Mono junto con otros
profesionales de la organización de eventos…. Definitivamente, me ha sentado
bien el parón para observarlo todo con una nueva mirada.
Ya
he dicho alguna vez que las mejores ideas siempre se me han ocurrido cuando
estaba hablando con otras personas. Cuanto más intercambio haya mejores ideas
se nos ocurrirán a todos y si las mezclamos, ni os cuento.
Quizá
sea la razón de que a los poderes
establecidos les guste tan poco eso de la participación y las redes comunitarias.
Probemos,
a lo mejor hasta es divertido.
Gracias
por estas cien mil visitas.
Gracias a ti.
ResponderEliminarRaúl.
Enhorabuena y espero que sigas adelante con el blog.
ResponderEliminarSigo el blog desde hace tiempo y aunque en algunas ocasiones no esté de acurdo contigo he de reconocerte que los textos que he leído son frescos dentro del desierto en que nos encontramos los que trabajamos en juventud.
ResponderEliminarÁnimo y te propongo que escribas sobre el funcionamiento interno de los departamentos de juventud.
Miguel.