En
mi admirada película El Padrino, decía
Vito Corleone: “Yo no me meto en lo que un hombre tiene que hacer para ganarse
la vida”. Yo tampoco puedo criticar a tumba abierta a personas que se buscan la
vida como mejor puedan, incluyendo aquellas que lo hacen a través de constituir
entidades que están pensadas y estructuradas para asuntos de interés general.
No
es la primera vez que escribo sobre este tema pero sí creo que será la última.
Lo único que hago es ganarme enemigos desde el silencio porque la verdad es que
nadie replica. Todo es como un silencio ominoso en el que todos callamos.